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El mundo de las criptomonedas vuelve a estar en el punto de mira, pero esta vez no por un precio récord del BTC o un avance innovador. Se trata de la dramática desaparición de Sam Bankman-Fried, fundador de la crypto-plataforma FTX, ahora en quiebra. Bankman-Fried se enfrenta ahora a una pena de prisión de 40 a 50 años impuesta por los fiscales, pero eso no es todo.
Un crypto-imperio construido sobre arena
FTX era uno de los mayores y más conocidos exchanges de criptomonedas del mundo y miles de clientes hicieron FTX su base de operaciones. Sin embargo, el rápido colapso de esta plataforma en 2022 impulsado por un éxodo masivo de clientes en medio de la caída de los precios de las criptomonedas reveló una verdad inquietante. Se alega que Bankman-Fried hacía trampas entre bastidores. Se le acusa de transferir hasta $10.000 millones de dólares de fondos de clientes a su propia sociedad de inversión para inversiones personales audaces.
Los cargos contra Bankman-Fried no son insignificantes: desde robo de miles de millones de dólares hasta fraude y conspiración. Un jurado le declaró culpable de siete cargos en noviembre. Los fiscales federales de Nueva York retrataron a un hombre cuya vida estuvo marcada por una «codicia y arrogancia sin parangón». ¿La condena? Una pena de prisión de 40 a 50 años.
Este castigo, según los fiscales, debería garantizar que SBF no pueda en modo alguno estafar a más personas en el futuro, algo que por tanto temen.
Además, también afirma que SBF y su FTX deben pagar hasta $11.000 millones de dólares a los acreedores, entre otros. Muchos de estos acreedores son clientes de FTX que actualmente siguen perdiendo su dinero.
El futuro de FTX
Mientras que la defensa aboga por una sentencia significativamente más indulgente de hasta 6,5 años, Bankman-Fried espera su veredicto final a finales de este mes. Sus abogados ya están preparando una apelación, pero las implicaciones de su posible condena y la sombra que proyecta sobre el sector de las criptomonedas son innegables.
Puede que SBF acabe entre rejas durante mucho tiempo, pero el daño que ha hecho a la imagen de las criptomonedas es irrevocable. Considerado en su día como una de las mentes más brillantes de la clase, SBF se ha convertido desde entonces en nada más que un vulgar estafador para muchos.