El propietario al ladrón: «Tráelo de vuelta por una recompensa»
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Mike Hogeveen, gerente de un restaurante, hace un llamamiento urgente al ladrón que le robó su ordenador portátil hace años. En este portátil había una crypto-cartera que contenía activos por valor de ahora casi 250.000€ en Bitcoin (BTC). El hombre espera que el ladrón se arrepienta y devuelva el portátil, prometiéndole una parte de sus ganancias.
El robo del MacBook priva a Mike de un cuarto de millón
Mike Hogeveen compró 2 BTC hace más de ocho años por un precio de apenas 200€. En aquel momento, aún era una suma bastante elevada para una moneda digital relativamente desconocida. Su restaurante fue uno de los pioneros en ofrecer a los clientes la posibilidad de pagar con bitcoin. «Me pareció muy interesante», declaró a Algemeen Dagblad en una entrevista. En aquel momento, también compró cien mil Dogecoin (DOGE), que hoy valen unos 50.000€.
Lo que empezó como un experimento es ahora una gran inversión. El valor del bitcoin se ha disparado, con un precio actual de casi 100.000€ por BTC. Por tanto, los bitcoins almacenados en su monedero representan una fortuna. Por desgracia, Hogeveen no puede acceder a ella porque la criptocartera se encuentra en el MacBook robado.
El robo se produjo cuando la zona del restaurante de la cafetería, normalmente cerrada con llave, era accesible una vez. En ese preciso momento, se llevaron su ordenador portátil. Recientemente, Hogeveen publicó en las redes sociales una súplica dirigida al ladrón desconocido:
«Hace varios años, robaste un MacBook. En ese portátil hay bitcoins que son inaccesibles para ti. Pero el portátil tiene un gran valor para mí».
Los beneficios de las criptomonedas los reparte con el ladrón del portátil
El hostelero subraya que no alberga ningún sentimiento de venganza e incluso está abierto a una recompensa. «Si alguien me lo devuelve, creo que le daré un beso a esa persona», afirma. Aunque se conoce la ubicación exacta de estos tesoros digitales en el portátil, Hogeveen se siente aliviado de que aún no se haya accedido al dispositivo: «A través de ‘Find my Mac’, sé que el portátil aún no se ha conectado a Internet», explica.
Hogeveen espera que su llamamiento atraiga al ladrón: «Quizá alguien piense: tengo esa cosa, pero no puedo hacer nada con ella». Para rebajar aún más el umbral, promete al ladrón una parte de la fortuna. «Todavía no tengo una cantidad en mente, eso lo decido en el momento», dice. El gerente del restaurante De Waag en el Markt de Delft dice que no prometió una tonelada al culpable por miedo al volátil mercado de criptomonedas. «Pronto tendré una deuda de una tonelada con esa persona, quiero evitarlo», dice.
A pesar de la oleada de respuestas a su petición, todavía no se ha presentado nadie, según las últimas noticias sobre bitcoin. Aun así, Hogeveen mantiene la esperanza. «Espero que el ladrón piense: estúpido, déjame devolverle el portátil a ese pobre imbécil», dice. La cuestión sigue siendo si el ladrón acabará por cruzarse de brazos. Hasta entonces, el portátil, y con él la fortuna digital, sigue fuera de su alcance.